Silvia Intxaurrondo y el círculo del bulo
En esta extraña época en la que el periodismo debería erigirse como baluarte de la verdad, nos encontramos cada vez más y más sumergidos en un pantano de medias verdades y mentiras descaradas. Los que nos dedicamos a este oficio con una vocación genuina por informar correctamente, nos encontramos asfixiados, impotentes ante la oleada de pseudoperiodismo que no solo desinforma, sino que corrompe la esencia misma de nuestra profesión.
No queremos ni podemos continuar tragando las falsedades y los bulos que algunos propagan bajo la bandera de la información, mientras se esconden cobardemente detrás de fuentes anónimas y financiaciones oscuras.
Esto no es periodismo, es una maquinaria de desinformación que se autoalimenta y se protege bajo la apariencia de legitimidad. Es una práctica que debemos denunciar y combatir con todas nuestras fuerzas. Porque al final, aquellos de nosotras y nosotros que aún queremos mantener la dignidad del periodismo sabemos que la verdad no es negociable, y no vamos a permitir que la mentira se camufle de noticia. No en nuestro nombre.
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