¡Feliz viernes, escritores! Para terminar la semana, hablemos del ritmo de la narración. No todas las escenas deben tener la misma velocidad. Es como una canción: necesita momentos rápidos y emocionantes, y pausas lentas y reflexivas.
Usa frases cortas y acciones directas para acelerar el ritmo en escenas de tensión o combate. En cambio, para momentos de introspección o para describir un paisaje importante, utiliza frases más largas y descripciones detalladas que permitan al lector saborear el momento. Jugar con el ritmo es clave para mantener al lector enganchado y controlar la atmósfera de tu historia.
#SerUnEscritor
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